Vidas de artistas
La editorial Lectio y una colección de biografías de grandes artistas para niñxs
Maximiliano Crespi

El género “biografía de artista” tiene larga data y reconocido prestigio. Con versiones de referencia verdadera o imaginaria, desde vidas de Plutarco a las de Jorge Luis Borges, desde los retratos de Walter Pater a los perfiles de John Berger, desde las memorias biográficas de William Beckford a las vidas imaginadas por Marcel Schwob, los nombres de escritores se multiplican y en nuestro país llegan incluso a las extraordinarias siluetas de Luis Chitarroni o las encantadoras columnas de Juan Forn.
Esa fascinación ha tenido un eco en sus lectores, cuya fidelidad al género puede haber sido una de las causas por las cuales el género confesional se sostiene todavía vivo en catálogos y colecciones diversas. Esas estampas, perfiles, retratos que (por adhesión o por contraste) tienen la capacidad de cautivar y fascinar a sus lectores también pueden ser herramientas pedagógicas y contribuir a la formación cultural de los más pequeños mostrándoles quizá por primera vez la vida y las obras de los grandes artistas del mundo. Ese parece ser el punto de partida de la colección “Los más GRANDES para los más PEQUEÑOS”, que Mariano Veloy (textos) y David Maynar (dibujos) vienen realizando para Lectio ediciones.
Los primeros cuatro títulos de la colección aparecidos hasta aquí trabajan con la misma estructura formal, aunque estén dedicados a diferentes figuras de la Historia del Arte. Las vidas de artistas como Antoni Gaudí, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Wolfgang Amadeus Mozart se cuentan, tanto en el texto como en la imagen, siguiendo el cronograma biológico desde la niñez hasta la muerte, pasando de sus años de aprendizaje y formación a la creación y caracterización de las grandes obras en que materializaron su extraordinario genio.

GAUDÍ. El volumen dedicado al célebre arquitecto catalán, máximo representante del modernismo español Antoni Gaudí comienza con su infancia en Reus y sus primeros dibujos al aire libre, disfrutando de la naturaleza. Sigue con sus estudios en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, donde un ceñudo director duda de si el joven Antoni es un loco o un genio. Luego se lo presenta lleno de entusiasmo donde la vanguardia modernista comienza a tomar forma. En 1886 se lo muestra aceptando el desafío del industrial Eusebi Güell, quien le encarga el diseño del Palacio homónimo. Con ese trabajo y otros proyectos que el mismo industrial le encarga, Gaudí toma conciencia de haber encontrado un estilo propio. Por eso el libro se desarrolla contando los desarrollos de sus obras arquitectónicas (el Dragón del Park, la Casa Batlló, la Casa Milà) hasta llegar a su obra cumbre, el diseño de la basílica católica de Barcelona, la Sagrada Familia.

PICASSO. El tomo dedicado al pintor español Pablo Picasso comienza con su infancia en Málaga donde su madre le augura un lugar de celebridad en virtud a su prematura tendencia al perfeccionismo y la autoexigencia. El traslado de su padre por razones laborales a La Coruña en Barcelona en 1895 lo acerca a la vida bohemia y la taberna “4 Gats” a sus primeros amigos, a sus maestros y a la pintura moderna. El relato ameno y complementario de Veloy y Maynar se toma el tiempo y el espacio para describir el llamado “Período Azul”, en que el artista acusa el golpe de la muerte de su amigo, también pintor, Carles Casagemas Coll, y luego, ya instalado en París, en el barrio de Montmartre, el llamado “Período Rosa”, donde su pintura vuelve a los tonos cálidos y a la alegría como correlato de su enamoramiento de la joven modelo Fernande Olivier. Como resulta esperable, el relato se detiene en la revolución desatada por Las señoritas de Aviñón (1907) y que actualmente se señala como hito de referencia de “la invención del cubismo”, subraya su experimentación en el collage hasta llegar a mediados de la década del 30, cuando en medio de la guerra civil española, aprovechando que la República le encarga un mural para la Exposición Internacional de París, Picasso da a luz su impactante Guernica, donde el horror de la guerra quedó inmortalizado para toda la humanidad, y cuyo contrapunto exacto es La paloma de la paz pintada por Picasso diez años después. Los años posteriores son de suma productividad, pero también de revisión y estudio de la tradición: proyecta y consagra series a pintores como Eugène Delacroix, Edgar Degas y Diego Velázquez —su célebre Estudio sobre Las meninas (1957) es quizá emblemática del periodo. Que Picasso viviera una larga vida obliga a los autores del libro a sintetizar su contribución a la historia de la pintura en sus últimos años, en los que vivió rodeado de homenajes y reconocimientos hasta que, a los 91 años, falleció en su casa de Mougins.

DALÍ. En su Dalí, Veloy y Maynar cuentan la historia del pequeño hijo de un notario de Figueras que luego de recorrer el mundo y transformar para siempre la historia de la pintura volvió a su tierra natal para morir a sus 84 años. De la incipiente “obsesión por el dibujo a sus años de estudio en Madrid, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el joven Salvador Dalí se muestra arrogante e indomable a medida que crecía y tomaba consciencia de su talento. Su amistad con el poeta Federico García Lorca y el cineasta Luis Buñuel se convirtió en un nuevo espacio de formación y trabajo colaborativo. Los amigos enseñan y de esa enseñanza siempre salen cosas nuevas —el guion de la película Un chien andalou es un ejemplo contundente. También en Dalí el estudio de la tradición es presentado como determinante. La influencia de Velázquez en Muchacha en la ventana es sin duda notable en lo que es la etapa formativa de Dalí previo a su viaje a París y su ingreso al grupo surrealista comandado por André Breton. En ese París continúa su obsesivo estudio, esta vez concentrado en la obra de Jean-François Millet; en torno al enigmático L’Angélus de ese maestro francés, Dalí elaborará la matriz de investigación llamada “método paranoico-crítico” y su universo de “las formas blandas”. Pero la cesura mayor en la vida y la obra de Salvador Dalí es la irrupción de la joven rusa Elena Ivánovna Diákonova, más conocida como Gala, quien se transformará en su esposa y en la modelo inspiradora de su obra. En los años posteriores, como muestran Veloy y Maynar, Dalí y su obra cosecharon el reconocimiento en toda Europa y aun en EEUU, donde vivió y donde personalidades como Walt Disney y Alfred Hitchock le rendían pública admiración. Luego de vivir junto a Gala en Portlligat durante las casi cuatro décadas en que pinta lo mejor de su obra y obtiene el reconocimiento pleno, emprende su regreso a la Figueras donde todavía recibe visitas. Descansa al otro lado de la Iglesia de San Pedro (donde había sido bautizado y había recibido su primera comunión) y a pocos metros de distancia de la que fue su casa natal.

Las historias presentadas en esta colección cuentan vidas y las cuentan siempre en un tono generoso y ameno. La serie gráfica complementa a la textual incorporando a la lectura el registro de lo formal y lo cromático en consonancia con cada artista y cada época. De ese modo, son accesibles tanto para niñxs en su primera etapa de lectura como para los más pequeñxs que, oyendo la lectura de adultxs, pueden seguir la historia desde la serie visual.
Pero eso no es todo. Como apéndice didáctico una línea de tiempo con los hitos fundamentales en la vida y en la obra del autor retratado, una galería de los personajes relevantes que le influenciaron en las diferentes épocas, varios ejercicios a atención visual (uno de identificación de las diferencias, una sopa de letras, un encuentre al autor, un ejercicio de coincidencia formal y un cuestionario de preguntas de pregunta de opción múltiple en torno a la historia relatada previamente). Así, fortalece la incorporación de los contenidos culturales volcados en la narración incluyéndolos o complementándolos con una propuesta a la vez lúdica y formativa.
