La mujer rota

En “Una madre es un piano triste” y “Te hablaría del viento”, María Malusardi y Leila Sucari, desde la poesía y la crónica abordan las problemáticas de la mujer, la maternidad y la literatura.

MARINA WARSCHAVER
Pintura de Julia Santa Olalla

“A veces no hay voz. Ni estoy para decir. Menos para callar. Es porque no doy abasto con la inercia”, escribe en un momento María Malusardi en Una madre es un piano triste, un compendio de iluminaciones, anotaciones al margen, subrayados, balbuceos, gritos y llantos en formas de poesía. En una gramática quebrada, entrecortada, pareciera que Malusardi intenta atrapar un poco de aire y en ese gesto configura una relación espesa con la madre. Con la idea de ser madre en algún momento o no serlo definitivamente, con la idea de permanecer siendo hija, o tratar de entenderse como hija, o tratar de escaparse de esa condición de hija. Malusardi advierte la terrible tensión que palpita en el afecto. En la ausencia o en la presencia sofocante del mismo.

Vivian Gornick, en su tremenda Apegos feroces, hace decir a la narradora de la novela: “Incapaz de obtener lo que esperaba de la vida, lo que pensaba que hacía falta, lo que sentía que le era debido, mi madre desapareció bajo un manto de infelicidad, bajo este manto se sentía frágil, inválida y digna de lástima”. Malusardi anota también este fragmento y lo incorpora en estas aproximaciones poéticas al modo de construirse como hija, como mujer y como escritora. “No ignoro el precipicio del lenguaje donde reconstruyo mi íntimo holocausto”. Todo en Malusardi es excesivo y dramático como el título, y es en ese exceso donde encuentra su pulsión. En Una madre es un piano triste Malusardi formula su no ser madre como “maternidad no” y encuentra allí una forma más poética, más hermosa y quizás menos hiriente para configurarse. En el libro también se revela la maternidad desde su ser hija, desde donde pudo construir más una ficción que la divirtió y hasta enterneció. En una entrevista declaró su proceso: “Lo que hice fue rescatar anécdotas, recuerdos y elegir entre las tantas de la vida, que esas escenas dialoguen con mis poemas a partir de mi ‘maternidad no’, que es uno de los ejes temáticos de mi escritura. Aparece ahí la parte más reflexiva, más ensayística. ¿Qué es la maternidad? ¿No soy madre porque no pude, porque no quise, porque no se dio o porque cuando quise no pude?”

Si cabe el oxímoron también existe el exceso en lo mínimo: el drama del teatro cotidiano. En detalles al parecer intrascendentes, en conflictos de todos los días (un viaje en colectivo, la obsesión voraz de un hijo por la teta de la madre, la imposibilidad de llegar a fin de mes), Leila Sucari consigue también su potencia. En ese tejido de dramas menores (o no), con una voz poética absorbente, con una lucidez sin concesiones, Te hablaría del viento se propone como el recorte caprichoso de un diario íntimo, “un tajo de verdad en medio del cuerpo del texto”. En esta serie de escenas anotadas, recuerdos difuminados o relámpagos nítidos de reflexión y misterio, Sucari rodea sus ideas sobre la maternidad, la fragilidad, el amor y la incertidumbre. Es la mujer rota que se resquebraja en cada movimiento pero también vuelve a armarse a pesar de todo. En el centro de todo ese proceso se encuentra la idea de ser mujer y todo el peso que eso significa. Cómo ser madre, cómo ser mujer y ser escritora a la vez en un contexto de devastación económica. “Qué difícil comprender cuando nada es fijo”, anota en un momento en este híbrido de crónica y autobiografía. En una entrevista Sucari explicaba que el año pasado (“que fue un año fuera del tiempo”), volvió a estos textos y volvió a pensar “cómo se desarma y pierde sentido la cuestión de la temporalidad lineal, como ese tiempo roto”. En ese año de encierro y de búsqueda tan hacia adentro pudo sentir el pasado, el presente, el futuro, todo, mezclándose, tocándose, y ahí de esa sensación surgió la estructura del libro. Leídos al mismo tiempo, los libros de Malusardi y Sucari funcionan como distintas perspectivas de un mismo horizonte: las discusiones sobre la mujer, la maternidad y la escritura.