Esta semana se cumplen 50 años de la publicación de Miedo y asco en Las Vegas, el libro que volvió a su autor, Hunter S. Thompson, en una celebridad.
GUADALUPE FERNÁNDEZ MORSS

El lema de Hunter Thompson era Res Ipsa Loquitur. Y como “la cosa habla por sí misma”, allí están sus libros para explicar de qué se trata eso que algunos llamaron el género que inventó, ese “periodismo gonzo” que tanto irrita a los grandes maestros: un periodismo participativo, inmersivo, de una subjetividad radical como si eso fuera posible. Aquel sujeto que le hubiera gustado morir explotando (de alguna manera fue como terminó al pegarse un tiro en la cabeza), aquel cuyo héroe de ficción favorito era Drácula y se identificaba con el Marqués de Sade, en noviembre de 1971 publicó Miedo y asco en Las Vegas en las páginas de la revista Rolling Stone. Por entonces era uno de los pocos espacios donde podría haber publicado semejante texto que esta semana cumple cincuenta años.. Quienes recuerden una escena inicial, ahora bastante paradigmática de la película de Terry Gillian basada en el libro, recordarán ese viaje de dos hombres fuera de sí en un descapotable con el baúl convertido en una farmacia estallada y con alucinaciones acosando sus cabezas.

Cuando se cumplieron los primeros veinticinco años de la publicación, P. J. O’Rourke recordó en las páginas de esa misma revista la circunstancia de escritura de aquel texto que consideró como un accidente, un subproducto literario: Thompson estaba profundamente involucrado en la elaboración de un reportaje sobre el asesinato del periodista chicano Rubén Salazar. Y para resolver el tema tenía como fuente al abogado y activista político Óscar Acosta. Entre la cobertura de una carrera de motos para la revista Sports Illustrated en Las Vegas hasta la Conferencia Nacional de Fiscales de Distrito en la misma ciudad, Thompson se embarcó en la transcripción enloquecida de las notas que había tomado mientras se encontraba en un estado químico no apto para preocupacional, encerrado en la habitación de un hotel que, de hecho, no tenía forma de pagar. Thompson perseguía el sueño americano y se topó de frente con la pesadilla convertida en un descenso a los infiernos de la violencia, la corrupción y la vanidad de la sociedad de consumo.

En El último dinosaurio, la editorial Gallo Nero reunió las entrevistas más representativas en toda la historia de Hunter S. Thompson y uno de los materiales centrales es esa entrevista de P. J. O’Rourke con la que Rolling Stone, en un ejercicio también de automitificación,celebraba los veinticinco años de Miedo y asco en Las Vegas, ese experimento, ese monólogo interior salvaje y delirante. A partir de allí, el lector puede adentrarse en cómo lo hizo el Dr. Thompson, cómo se le ocurrió, cómo terminó escribiéndolo, cuáles fueron sus influencias y de qué manera un texto de Hemingway le dio la pauta de lo que debía hacer. Más allá del sugestivo retrato de Los Ángeles del Infierno, que supo escribir Hunter, Miedo y asco en Las Vegas fue el libro que lo convirtió en una celebridad: el sueño de que las notas escritas en un cuaderno puedan convertirse en una genialidad. Y encima ilustrada con el mismo pulso salvaje de la escritura por Ralph Steadman. Pareciera que lo que hace Steadman es la traducción en imagen del impacto de la escritura de Thompson. “A unos treinta y cinco kilómetros al este de Baker, paré a echar un vistazo a la bolsa de las drogas. El sol quemaba y me entraron ganas de matar algo. Cualquier cosa. Un lagarto grande incluso. Acribillarle. Agarré la Magnum 357 de mi abogado que estaba en el maletero e hice girar el tambor. Estaba lleno: largos y malvados proyectiles: 158 gramos con una linda trayectoria lisa, la unta color azteca. Toqué la bocina unas cuantas veces para que apareciera una iguana. Para poner en movimiento a aquellas cabronas. Estaban allí, lo sabía, en aquel maldito mar de cactos… agazapadas, sin respirar apenas, y cada una de aquellas apestosas cabronas cargada de mortífero veneno.”

Bonus track: El último dinosaurio puede leerse mirando de reojo el documental de Alex Gibney (Gonzo: Vida y hazañas del Dr. Hunter S. Thompson) que aborda los principales hitos en la vida del escritor: su intensa relación con los Ángeles del Infierno, su candidatura a sheriff en Aspen y su participación en la campaña presidencial del senador McGovern. Un recorrido por la vida y la obra del cronista que retrató el fin del sueño americano. O su pesadilla.