El 23 de octubre de 1969, el editor de Samuel Beckett, Jérôme Lindon, recibió un telegrama de la Academia Sueca informándole que Beckett había sido galardonado con el Premio Nobel de Literatura 1969. Lindon transmitió rápidamente el mensaje a Beckett con un telegrama propio: “Queridos Sam y Suzanne. A pesar de todo, les han dado el Premio Nobel; les aconsejo que se escondan”.
Según Lindon, tanto Beckett como su esposa estaban consternados y angustiados por el anuncio del premio. Beckett anticipó la interrupción de su estilo de vida solitario a través de este inmediato aumento en la fama.
En aquel entonces Beckett se alojaba en el Hotel Riadh en Nabeul, Túnez, y sin embargo acepta una entrevista con la Televisión Sueca, pero con la condición de que no le hagan preguntas. Así lo cuenta James Knowlson en Damned to Fame y este es el registro de esa entrevista.