El nuevo libro de Horacio Tarcus presenta un valioso mapa de las revistas culturales latinoamericanas
Matías Colaggiovani

Las revistas son al mismo tiempo el objeto más problemático y la solución más recurrente en los estudios de historiografía intelectual y cultural del siglo XX. No sólo porque, como bien afirma un clásico trabajo de Beatriz Sarlo y Carlos Altamirano, muchas veces se revelan diseñadas para producir inscripciones ideológicas dentro del campo; sino también porque a posteriori permiten sintetizar articulaciones discursivas circulantes en un momento y un contexto determinado de la historia cultural e intelectual.
Las revistas culturales latinoamericanas. Giro material, tramas intelectuales y redes revisteriles de Horacio Tarcus, recientemente publicado por la editorial Tren en movimiento, se aferra a la prescripción de análisis de este tipo de formaciones registrada en las páginas de Literatura/Sociedad, pero siempre entendiéndolas como “actores colectivos” con un rol relevante en las tramas culturales latinoamericanas.

El libro de Tarcus se aboca a subrayar una serie de procesos convergentes que han conseguido complejizar el abordaje de las revistas articulando un complejo haz de herramientas y metodologías provenientes de disciplinas afines pero diversas, como lo son la historia literaria, la historia del arte, la sociología de la cultura, la historia de las ideas, la semiología, la teoría de la comunicación y la antropología cultural. La “transdisciplina” que vendría a articular ese conjunto heterogéneo de herramientas y procedimientos es, para el autor de La biblia del proletariado, la nueva historia intelectual que, “gracias al ‘giro material’ que ha experimentado en los últimos veinte años”, ha hecho de las revistas un creciente objeto de su atención.
El trabajo de Tarcus no se propone una definición de ese “objeto” llamado revista cultural. Busca más bien describir e interpretar los procesos de apropiación que de ellas se ha producido desde las perspectivas de la historia literaria y de la historia intelectual —sea subrayando los momentos históricos en que supo primar la dimensión textual o la material, el eje de la producción o el de la recepción, de lo individual o de lo colectivo, de la cultura letrada o de la plebeya, de lo nacional o de lo internacional, de lo sustancial o lo relacional, de lo autoral o de lo reticular, etc.
El cuerpo general del libro está abocado a narrar, a través de sus diversas revistas, las líneas que dieron lugar a la trama cultural latinoamericana. Pese a que el vacilante relato, que se extiende desde los tiempos de La Moda hasta los de Anfibia, es decir, desde el siglo XIX hasta el joven siglo XXI, y cuyo título se muestra por momentos lábil, caprichoso y plagado de lagunas, el trabajo de Tarcus adquiere un valor irrecusable al ofrecer como apéndice una cuidada “Contribución a la bibliografía sistemática sobre revistas culturales de América Latina”, de inestimable importancia para los actuales y futuros estudiosos del tema latinoamericano. En sus 40 páginas impresas en letra abigarrada se presenta una cartografía de la bibliografía sobre las revistas culturales latinoamericanas implementada y desde la cual seguramente se podrían sentar las bases para la elaboración de un archivo riguroso de ese campo de estudios en plena expansión.