Playlist: música en palabras

Director de teatro y actor, Walter Jakob es también un melómano con un oído muy fino: estos son sus libros preferidos sobre esa pasión

WALTER JAKOB

En el Maelström. Música, improvisación y el sueño de libertad antes de 1970. David Toop. Caja Negra.

Este libro se plantea ese género raro – o antigénero – que es “la improvisación libre”. Hace un recorrido discontinuo pero histórico de todos los antecedentes que han existido de la improvisación libre hasta llegar a los años sesenta, década en que esta práctica termina de establecerse en Europa con la confluencia de dos vertientes: el “free jazz” y la improvisación en la música contemporánea académica. Se trata claramente de un libro complejo,  ya que intenta dar cuenta de los primeros pasos de una tradición musical que resiste cualquier clasificación.  Esa música del “aquí y ahora”, del instante por sobre la planificación, del sonido irrepetible y del lugar donde ese sonido se produce.  Seguramente esta obra de Toop pueda servir como mapa del camino a seguir para todo aquel que quiera adentrarse en esta música. Repleto de anécdotas y reflexiones de alto vuelo el libro versa sobre figuras tan imprescindibles como Lennie Tristano, Jimmy Giuffre, Steve Lacy, Joe Harriott, Evan Parker, Derek Bailey o John Stevens, por nombrar solo algunos.


Vendiendo Inglaterra por una Libra. Una historia social del Rock Progresivo.  Norberto Cambiasso. El gourmet musical

En principio, el hecho de que un estudio del rock inglés sucedido a fines de los años sesenta y los setenta esté escrito por un argentino no debería resultarnos extraordinario. El rock progresivo británico tiene una historia en Argentina. Muchos discos importantes del género se editaron en el país y al menos dos generaciones se han criado con él. (Yo creo pertenecer a la primera generación que podría haber prescindido de esta música. Gracias a un cassette de Genesis de mi hermana mayor que cayó en mis manos cuando tenía 8 años no fue ese mi caso; terminé escuchando King Crimson y Van der Graaf y me salvé de Guns n’ Roses ) Ahora bien, lo que sí es extraordinario es la envergadura de este trabajo (el libro en cuestión es solo el primer tomo de tres planeados) y la pasión, seriedad y autoridad con que Cambiasso se abocó a la tarea. Además de narrar la gestación del progresivo con su evolución desde la psicodelia y de discutir o acordar con cada uno de los que escribieron previamente sobre el género (Norbi leyó todo),  presenta las circunstancias sociohistóricas en que esta música fue producida de un modo revelador. Atención: este libro no es para amantes fanáticos acríticos. Cambiasso pega cuando hay que pegar y es muy exigente con las bandas que ama.


Piazzolla, el mal entendido: un estudio cultural. Abel Gilbert y Diego Fischerman.

De todos mis grandes amigos Abel quizás sea el más reciente. Cuando nos conocimos él y Diego ya había escrito este librazo. Yo estuve un tiempo sin leerlo porque no podía encontrarlo en ninguna librería y el mismo Abel no tenía ningún ejemplar para darme (yo me negaba a leer un pdf). Hasta que finalmente apareció y lo devoré.  La dupla hace un recorrido muy minucioso por la vida de Ástor. Con su análisis incisivo logran en este libro llevar al genio Piazzolla a una escala terrenal. Profundizan en la revolución que hizo en una música tan tradicional como el tango, y dan cuenta del efecto que generó en la audiencia argentina; los múltiples malentendidos, los cruces, las peleas entre los que lo rechazaron con un “esto no es tango” y los que lo endiosaron creyendo que Ástor era una figura vanguardista mundial. Útil para organizar las escuchas de las obras de este gran músico argentino, el libro apunta directo a la complejidad Piazzolla, sin temor a cuestionar y sin vergüenza de admirar: un librazo. 


Miles Davis. La autobiografía. 
Miles Davis y Quincey Troupe.

La autobiografía de Miles Davis es sin lugar a dudas un clásico de la literatura del jazz. El autorretrato de un genio que se sabe genio, de aquel  que atravesó toda la historia del género, desde los años 40 hasta los 90 y que ha sido el responsable de casi todos los cambios de rumbo que el jazz ha dado desde fines de los 50s. Miles tocó con todo el mundo y sus anécdotas maravillosas nos llevan directo a un tiempo mítico, donde encontramos a Gillespie, a Parker, a Monk, a Trane por nombrar solo algunos. Sabemos que estamos ante un narrador parcial, algunas de sus apreciaciones pueden ser demasiado subjetivas pero el libro, como su música, es irresistible.


Henry Cow. TheWorld is a problem. Benjamin Piekut. 
Duke University Press

Este libro se editó hace apenas un par de meses. ¿Quién sabe si alguna vez existirá una versión castellana? Debería. Lo volvería a comprar y a leer. Es sobre mi banda favorita de rock (si es que se puede llamar rock): Henry Cow. Sus 460 páginas están escritas por Benjamin Piekut, un profesor de música de la Universidad de Cornell que además de historiar los trabajos y los días del grupo, busca conceptualizar aquello que narra. El libro entonces resulta muy diferente a la clásica biografía de un músico. En su gran extensión, Piekut postula una cronología de los días de la banda, un análisis de su música atravesada por el jazz, la música moderna, la contemporánea, la improvisación libre, el rock, al tiempo que recorre la política interna del grupo (su sistema “asambleístico” de toma de decisiones) y al mismo tiempo la relación política que la banda tenía con su entorno y su público, que la llevarían a la ruptura con Virgin Records y a la creación del festival Rock in Opposition a fines de los setentas.  Piekut propone la noción de “avant garde vernacular” para comprender el territorio que la banda forjó para sus operaciones, lejos del resguardo académico que la denominada música “avant garde” solía tener y también distanciado del negocio de la música de rock. Música pensante de músicos pensantes que no dan nada por sentado sino que se toman la terrible molestia de analizar una vez más dónde están parados en cada oportunidad. Siempre con pasión, claro.


Walter Jakob es director, dramaturgo y actor. Nació en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, en 1975.  Escribió y dirigió junto a Agustín Mendilaharzu varias obras por las que obtuvieron diversos premios: Los Talentos; Velada Fantomas de Robert Desnos, CapitánBrecht y Libro para la tierra (Compilado) a partir de textos de Mauro Libertella. Además realizó la dirección escénica de la ópera El Gran teatro de Oklahoma de Marcos Franciosi y de El Astrólogo de Abel Gilbert.  Escribió y dirigió junto a Adrián Fondari El Alimento del Futuro. Actuó, escribió y dirigió junto con Federico Buso y Florencia Braier El Animador. Actuó y dirigió, junto con Carolina Zaccagnini, Berestowoik de Luis Aponte. Dirigió ¡Viva Italia!, escrita junto a Marcelo Mariño, Julia Catalá y Carolina Zaccagnini. Su obra Vuelve la Rabia, escrita junto a Juan Pablo Gómez, ganó el tercer premio del Concurso Colihue de obras de teatro. Actuó en numerosas obras de teatro y películas, bajo la dirección de Daniel Veronese, Mariana Obersztern, Mariano Pensotti, Mariana Chaud, Javier Daulte, Mariano Llinás, Alejo Moguillansky y Gabriel Medina, entre otros.

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